APRENDER DE LOS ERRORES

Pobre partido disputado el pasado sábado por el Inter-Rasur contra los H.D.C.

Los prolegómenos del partido no aventuraban nada bueno y es que cierto es el refrán de que lo que mal empieza, mal acaba.

No se puede comenzar un partido 5 minutos tarde, discutiendo con el árbitro, haciéndole ver que tenía que esperar los 10 minutos de cortesía porque no teníamos los jugadores suficientes para comenzar el partido porque no habían llegado dos de los integrantes convocados y otros dos no tenían la camiseta del equipo que debía de ser traída por uno de los integrantes que faltaba. No es serio...

La mala solución que se consiguió fue la demora de 5 minutos del partido y 2 camisetas azules que gentilmente el equipo contrario nos cedió para que pudiéramos empezar a jugar al menos con los 4 jugadores de campo...Pero también con el cabreo correspondiente y la crispación por tener que vivir situaciones evitables a todas luces con tan sólo un poco de buena voluntad...Esto, a mi modo de ver, influyó en el desarrollo de la desastrosa primera parte que condenó el resto del partido y repercutió definitivamente en el resultado final.
Esto tampoco debe de ser una justificación al paupérrimo juego que desplegamos, a la falta de intensidad defensiva por falta de físico, a la nueva equivocación táctica jugando a lo que no sabemos porque esto nos mata... Pero si debe de ser tenido en cuenta, porque nosotros necesitamos estar al 100% para ganar un partido dadas las limitaciones existentes, y cualquier circunstancias como las acontecidas en el inicio del partido tienen muchísimo peso.
De los errores se aprende, o al menos así debe de ser; por tanto pongamos todos de nuestra parte para que circunstancias tan evitables como estas no se vuelvan a repetir.

En cuanto a lo meramente futbolístico, poco que decir, ya que los H.D.C. fueron muy superiores a nosotros en parcela física y táctica en la primera parte, donde consiguieron una ventaja de 4 goles que nos mató.
La segunda parte el partido fue bastante más igualada, no sé si por la relajación del equipo contrario por la tranquilidad de un marcador muy favorable, por una mejor actitud propia o por ambas cosas, pero lo cierto es que tuvimos muchas ocasiones de gol y que la falta de definición que nos asola este año nos impidió maquillar el abultado resultado que sufrimos finalmente. Recuerdo dos balones al larguero, dos paradas del portero literalmente con el culo, sentándose encima del balón y quedando el balón muerto en la raya de gol llorando y dos intervenciones de merito del arquero a balones muy complicados.

En definitiva, partido del que poco o nada podemos extraer en lo positivo. Tan sólo quizás que fue el primer partido de la temporada en el que no recibimos ninguna tarjeta, lo cual ya también es noticia.

Agradecer al equipo contrario su deportividad en el choque y su gesto noble al ceder dos equipaciones para que pudiéramos comenzar el partido con los cuatro jugadores de campo, ya que si ellos lo hubiesen querido hubieran podido sacar ventaja de esta situación jugando con equipo aún más mermado de lo que ya lo estaba.

Ánimo Inter! Y Unidad, porque sólo así podremos sacar esto adelante.