SIN PALIATIVOS

Al pan, pan, y al vino, vino:

En la mañana de hoy hemos sufrido una merecida derrota ante el buen equipo de I.Z.G. Sin lugar a dudas el mejor de los conjuntos al que nos hemos enfrentado en lo que va de temporada de segunda división, y del que no tengo ninguna duda que va ser de los que esté luchando para el ascenso porque potencial tiene para ello.
Se trata de un equipo con una gran condición física y no exento de calidad en algunos de sus integrantes.

Resultado completamente justo e incluso generoso para el Inter por lo visto sobre el terreno de juego.

Empezamos el partido como siempre, muy bien colocados y arropados atrás, que debe de ser la pauta a seguir por el Inter por mucho que algún que otro día nos empeñemos en otra cosa.
Pero nuestro muro sólo duró 10 minutos, que fueron los tardaron en hacernos el primer gol. A partir de ahí, y aunque suene duro decirlo, el Inter como conjunto desapareció completamente del campo, y sólo un par de minutos más tarde consiguieron hacernos el segundo a la contra.
Sólo tuvimos una oportunidad de meternos en el encuentro,y fue cuando Raúl tras una presión a su último hombre, consiguió recuperar un balón y batir por bajo de fuerte disparo al portero rival, colocando un 2-1 en el marcador en la primera opción de gol que tuvimos. Pero todo fue un espejismo, continuamos con un juego triste sin apoyos, de fútbol directo sin ningún resultado.
Mientras tanto ellos nos esperaban inteligentemente en su retaguardia, y se dedicaban a lanzar contras, la mayoría de ellas en superioridad por un nefasta colocación nuestra y a crear una opción de peligro tras otra.
Bajo este prisma, el que fueran cayendo los goles en contra tan sólo era una mera cuestión de tiempo y se llegó al final de la primera parte con un 3-1. Que si bien era claro a favor de ellos, con un cambio de actitud en la segunda parte podríamos meternos nuevamente en el partido.

Pero este cambio no llegó y la segunda parte fue un monólogo del rival, donde consiguieron un par de goles más dejando el tanteo en un 5-1, que hace justicia a los méritos de ambos equipos como ya expresé en el inicio de la crónica.

Por último lamentar, la lesión de Marcos en la última jugada del partido, cuando ya se encontraba en el banquillo ( que ya hay que tener mala suerte...) en una jugada fortuita donde el portero rival se lanza para intentar un despeje pegado a la línea de banda junto a nuestro banquillo, recibiendo un fuerte golpe en tobillo izquierdo.
Desde aquí, mi ánimo para una pronta recuperación.

Tras el partido y aunque el rival haya sido netamente superior, sugiero que todos hagamos un ejercicio de autocrítica, porque nuestro juego no es que haya sido nefasto, es que ha sido inexistente, y bajo mi punto de vista y aunque me guste ganar, contemplo la derrota, pero creo que no debemos de repetir la imagen de equipo roto que hemos dado hoy sobre el campo.

Sólo ha sido amonestado por el Inter, Marcos con tarjeta amarilla, situándose sólo a una de la suspensión por acumulación.

Ánimo Inter, que ni al principio éramos tan buenos, ni ahora somos tan malos!