En principio, y sin tener en cuenta como se desarrolló el partido, un empate frente a uno de los equipos punteros del campeonato puede parecer para la nefasta temporada que estamos haciendo un buen resultado.
Nada más lejos de la realidad. El partido de hoy debía habernos deparado una victoria más o menos cómoda, ya que el rival se presentó sobre el terreno de juego con un jugador de campo menos, y aunque nosotros jugábamos sin portero específico, el hecho de jugar con un efectivo más sobre el campo y dos posibilidades más en el banquillo nos debía haber deparado fundamentalmente otro juego sobre el campo y como consecuencia otro resultado.
Sin excusas, en la primera parte hemos hecho el ridículo, no hemos atacado bien y ellos sólo con esperarnos dentro de su área en los ataques estáticos nos tenían más que controlados...Pero a nivel defensivo ha sido vergonzoso, porque no sólo no han renunciado a atacarnos, sino que cada una de sus contras no suponían practicamente un 80% de posibilidades de que acabaran en gol.
Bien es cierto los tres que han jugado eran técnicamente buenos y en especial su número 3 que no necesitaba nada para irse en velocidad y volver loco al cualquiera, pero se lo pusimos muy fácil.
En vez de seguir cada uno a uno y el que quedaba libre hacer ayudas, hemos jugado sin tensión, creyendo que la superioridad numérica era suficiente para que el partido se decantara sin más para nuestro lado.
Está claro que se nos da fatal llevar el peso de los partidos...No sabemos por mucho que lo intentemos, por físico, por calidad...Pero claro, hoy contra tres estábamos obligados a hacerlo y jugando a contraestilo nos han matado.
A los 5 minutos ya perdíamos 2-0, con una caraja impresionante, sin saber si defender, atacar, o irnos, porque a más de uno se le pasó esa opción por la cabeza, porque era desesperante ver la inoperancia en ataque y la ineficacia en defensa.
A pesar de ello, consegumos empatar a dos, y cuando parecía que le habíamos cogido el ritmo y la medida al partido, nuevamente dos goles más y 4-2.
Al final de la primera parte conseguimos empatar a cuatro, por un aumento de nuestro empuje y el cansancio que iba acomulando el rival.
En la segunda parte debíamos cambiar por lo menos la imagen que estábamos dando, y parecía que por lo menos no nos atacaban con tanta alegría y la actitud era otra, pero llegó su cuarto jugador; se igualaban los efectivos, y el Inter comenzó a jugar mejor, nuestras llegadas eran cada vez más peligrosas y sus ataques cada vez morían más lejos de nuestra portería.
Ellos en la segunda parte consiguieron dos goles más fundamentalmente por la calidad de la gente de arriba.
Nosotros en la segunda parte jugando infinitamente mejor que el la primera también conseguimos otros dos goles, que si bien nos proporcionaban un punto más en la clasificación, a poco que hubiéramos tenido un poco más de puntería espacialmente en los últimos cinco minutos de partido, la historia hubiera sido distinta.
De todo malo que tuvo el partido, también creo que se puede extraer algunas lecturas positivas:
-A pesar de estar por dos veces en el marcador por debajo nos rehicimos.
-Nadie reprochó a ningún compañero jugadas puntuales a pesar de que hubo momentos desastrosos.
-La gente está metida, tanto los no habituales que, valga la redundancia, habitualmente completan las convocatorias. Como los habituales, que como en el caso de Manolo hoy, se ha puesto al servicio del equipo en la portería con un papel más que digno.
-Creo que lo de hoy es la prueba de que SIEMPRE debemos de darle el balón al rival y esperar, porque ni física ni psicológicamente estamos preparado para llevar el peso del partido. Sé que seguiremos cagándola en este sentido, pero el partido de hoy yo creo que habría que guardarlo como ejemplo constructivo de lo que no debemos de hacer aunque nos lo pongan a huevo.
Capítulo a parte merece el papel del arbitraje en este campeonato:
Se le ha anulado un gol a Marcos por una mano involuntaria pegada al cuerpo antes de tirar y sin embargo, a ellos no se le ha pitado un penalty en contra por una mano bajo palos que interpretó que era involuntaria.
Además hemos vivido nuevamente hoy un asqueroso doble rasero a la hora de señalizar las faltas.
De verdad que resulta verdaderamente demencial. Y lo peor es que esto no tiene arreglo ninguno.
La semana que viene el derby. Ya hoy le he visto a los Toniteas los ojos inyectados en sangre mirándonos clamando venganza...¿Que versión Rasuriana veremos? La respuesta, el próximo domingo a las 10 horas...
Animo Inter!